Estimar el valorar de empresas maduras es un proceso bastante sencillo — aunque en cierta medida también es subjetivo. Cosas como el valor de mercado del capital y las múltiples ventas dan a los inversores una sólida base con la que trabajar al determinar la valoración de una empresa. Sin embargo, en el caso de las startups que están en etapas tempranas, el proceso es bastante distinto.
Al no disponer de datos financieros relativos a varios años en los que basarse, las startups y sus inversores (angels y capitalistas de riesgo) tienen que usar métodos más creativos que sustituyan los parámetros empleados habitualmente. En resumen, el proceso retoma la cuantificación de algunos datos financieros básicos: ‘riesgo frente a beneficios‘. En la terminología de las startups, se trata de: ‘tracción frente al tamaño del mercado‘.
Como fundador de una startup, inevitablemente llegará un momento en el que tengas que preguntarte cuál es el valor de tu empresa. Independientemente de si te encuentres en una fase pre-ingresos, posterior a los ingresos, en la etapa de recaudación de fondos o simplemente concediendo acciones de participación a tus empleados, debes disponer de una valoración a partir de la cual operar. Evidentemente, en última instancia, cuando estés buscando financiación tu valoración saldrá a la luz durante las negociaciones, así que merece la pena llevar a cabo algunos procedimientos que justifiquen tus cifras con el objetivo de sacar el máximo partido en estas situaciones.
Este artículo se centra en los pasos que deberías tomar para hacer un cálculo razonable del valor de tu incipiente startup, añadiendo un poco de contexto que explique por qué esa cifra justifica que debes alcanzar la calificación de startup.
Paso 1: Realizar una autoevaluación
Haz una lista de tus activos
Lo primero que debes tener en cuenta al formular una valoración es la hoja de tu balance de cuentas. Lista en ella los bienes que posee la empresa (menos los pasivos). Entre los bienes activos podrías incluir, aunque no son limitantes, los siguientes:
- Software propietario
- Producto
- Flujo de efectivo
- Patentes
- Clientes/Usuarios
- Socios
Aunque no serás capaz de hacer referencia al valor real en el mercado de la mayoría de tus activos (a excepción del flujo de efectivo), tu lista de activos te sitúa en una posición en la que serás capaz de hacer valoraciones comparándote con otras startups similarmente equipadas.
Definir «beneficios» (KPI)
Para muchas startups, los ingresos iniciales son principalmente indicativos de la validación del mercado. Es decir, los ingresos que obtienes durante los primeros días no suelen ser suficientes para mantener el crecimiento que la empresa necesita para alcanzar el mercado deseado a corto plazo. De modo que, además (o en lugar de) los beneficios, intenta identificar tus indicadores clave de progreso (los KPI), estos te ayudarán a justificar el valor de la empresa. Aquí es donde puedes introducir un poco de creatividad. Fíjate en estos ejemplos de KPI’s habituales:
- Porcentaje de aumento del número usuarios (mensuales o semanales)
- Tasa de éxito de clientes
- Porcentaje de recomendaciones o «referrals»
- Estadísticas de uso diario
En este momento, es importante advertir que no tendrás nada o casi nada en la columna de activos y ningún KPI (es decir, todavía no has lanzado nada), podría ser mejor optar por la ruta de la valoración arbitraria, como este método de Guy Kawasaki.
El tamaño de tu equipo
Un buen equipo puede hacer mucho para alcanzar un gran resultado en la valoración. En otras palabras, contar con talento excepcional es algo que los inversores valoran mucho. El objetivo del autoanálisis de tu equipo no es necesariamente extraer un número o un valor a partir de un personal concreto, se trata simplemente de evaluar con honestidad a tu equipo y anotar las conclusiones.
¿Con qué experiencia cuentan los miembros de tu equipo? ¿Qué habéis creado juntos en el pasado? ¿Has lanzado o gestionado una startup con anterioridad? ¿Tienes experiencia? ¿Has concluido otros proyectos con éxito? ¿Has trabajado para una empresa de prestigio o has estudiado en una escuela de élite?
Todo esto son ejemplos de variables que pueden movilizar las mentes de aquellos con los que negociarás el valor de tu startup: los inversores. Prepárate para destacar las virtudes de tu equipo tanto como te sea posible. Si no lo haces, el elemento ‘equipo‘ podría acabar siendo considerado un aspecto negativo cuando llegue el momento de hacer la valoración final.
Paso 2: Elige un modelo
Pre-ingresos
Existen una gran competencia en cuanto a qué enfoque tomar para valorar una startup que aún no produce beneficios. Voy a destacar algunos de los métodos más habituales y de mayor reputación entre los inversores.
Método Berkus
Dave Berkus es una angel investor muy activo y un emprendedor con una larga trayectoria. Él ideó el siguiente modelo de valoración para startups incipientes:
Si Existe: | Añade al Valor de la Empresa hasta: |
---|---|
1. Idea (valor básico, riesgo de producto) | 1/2 millón de $ |
2. Prototipo (reducir el riesgo tecnológico) | 1/2 millón de $ |
3. Calidad del equipo de gestión (reducción del riesgo en la ejecución) | 1/2 millón de $ |
4. Contactos estratégicos (reducción de riesgo de mercado y el riesgo competitivo) | 1/2 millón de $ |
5. Lanzamiento del producto o ventas (reducción del riesgo financiero o el riesgo de la producción) | 1/2 millón de $ |
Como estás en una fase pre-ingresos, el quinto elemento (la tracción financiera) no aplica. Por tanto, si usamos este método el valor máximo de tu compañía sería de 2 millones de dólares. Basándonos en los factores que hemos considerado en el Paso 1, tu mejor opción consiste en cumplimentar objetivamente y con valores relativos los cuatro primeros elementos para alcanzar la valoración deseada.
Método de la Suma de Factores de Riesgo
Este modelo toma un enfoque más amplio para valorar tu empresa, descomponiendo su riesgo en 12 subcategorías. Son las siguientes:
- Gestión
- Etapa en la que se encuentra el negocio
- Riesgos legislativos y políticos
- Riesgos de fabricación
- Riesgos de venta y marketing
- Riesgos de financiación y capital
- Riesgos derivados de la competencia
- Riesgos tecnológicos
- Riesgo de litigios
- Riesgo internacional
- Riesgo de reputación
- Potencial salida lucrativa
A cada subcategoría de riesgo se le asigna un grado, ++, +, 0 (neutral), –, o —. La equivalencia monetaria para cada elemento es la siguiente:
- ++ = añade 500 mil dólares
- + = añade 250 mil dólares
- 0 = no hagas nada
- –= resta 250 mil dólares
- —= resta 500 mil dólares
De nuevo, tendrás que investigar un poco (consulta los Recursos Adicionales al final del artículo) para acercarte a una medida objetiva y relativa para cada componente. Haz comparativas para ayudarte, por último calcula el resultado para obtener tu valoración.
Otros métodos
Para hacerte una idea de hasta qué punto es acertada (o «vendible«) la valoración, es mejor usar varios modelos distintos y comparar los resultados. Aquí tienes enlaces de algunos otros populares métodos:
Lo que te queda por leer:
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Cuando ya estás obteniendo beneficios
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Paso 3: Ajustes para hacer cálculos a la inversa
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Valoración pre-dinero frente a valoración post-dinero
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Establecer quienes serán los propietarios
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Un ejemplo: Facebook
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Mantener la perspectiva
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Recursos adicionales
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