Siempre que un lector marque tu newsletter como correo no deseado o spam, tendrás problemas. Los mejores proveedores de servicios de correo electrónico registran el número de veces que una newsletter concreta es marcada como spam. Si esta cifra es muy alta, la cancelarán. El envío de correos electrónicos considerados spam puede incluso tener consecuencias legales, en EE. UU. supone una multa de hasta 16.000 dólares por cada pieza de spam que haya sido enviada a cada destinatario.
Si estás publicando una newsletter, con fines promocionales o algo similar, debes asegurarte de minimizar las posibilidades de que sea considerada como correo no deseado. Siempre serás etiquetado como spam ocasionalmente, por gente que no recuerde haberse suscrito a tu newsletter y por otros que simplemente quieran sacarte rápidamente de su bandeja de entrada. Pero cuanto más hagas por minimizar estos problemas, mejor.
No rompas las reglas
Existen reglas y mejores prácticas que hacen que sea más sencillo descubrir a largo plazo qué puede haber metido en problemas a tu newsletter. Cumple siempre todos los requisitos que te solicite un proveedor de servicios de correo electrónico reputado para poder enviar tu newsletter, así irás por delante. Entre estas reglas se incluyen las siguientes:
- Nunca añadas a nadie a tu lista de correo electrónico sin su consentimiento explícito: aunque existe cierto debate sobre si es necesario disponer de un sistema de doble consentimiento o doble opt-in (en el cual los lectores se suscriben a una newsletter y después confirman vía correo electrónico que realmente desean recibirla). Nunca añadas a tu lista a nadie que no haya expresado al menos una vez que desea recibirla. Hay gente que añade a todo el que se encuentra a su lista de email, esto provoca rápidamente animadversión, así como problemas de spam. Si tienes un sitio creado con WordPress, aquí tienes algunos plugins para la suscripción con consentimiento.
- No compres listas de direcciones de correo electrónico para añadirlas a tu newsletter: estaba ya implícito en la primera regla, aun así se siguen poniendo a la venta multitud de listas. En cualquier caso, puede ser ilegal importar direcciones de correo electrónico que no se consiguieron de forma correcta, además de ser una práctica poco ética.
- Haz que darse de baja de la suscripción a tu newsletter sea muy fácil: la mayoría de los servicios de newsletters ofrecen un sistema automático para que los usuarios se den de baja, de forma que solo tengan que hacer clic sobre un enlace del correo electrónico para dejar de recibirlo. No temas hacer que este enlace sea fácil de localizar. Aunque no quieras perder suscriptores, siempre es mejor que estos anulen su suscripción a que se sientan frustrados y acaben marcando tu newsletter como spam.
- Presenta tu imagen de marca de forma clara y coherente: debes enviar los correos electrónicos de tus newsletters siempre con el mismo nombre de remitente o dirección de forma que sea fácil identificar a todas ellas como parte de la misma newsletter. Si un lector no reconoce el nombre o la dirección del correo electrónico, podría perfectamente asumir que se trata de correo spam.
- Evita la venta agresiva: con independencia de que hagas todo lo demás correctamente, tu público podría decidir marcar todo lo que envías como spam si empleas el mismo mensaje de venta agresiva semana tras semana.
- Expresa de forma obvia quién eres: la mayoría de los proveedores de servicios de correo electrónico te pedirán que asocies tu newsletter a una dirección de email real, se trata de un requisito legal. Aun así, puedes llevar las cosas un poco más lejos y hacer más evidente quién es el remitente de la newsletter y cómo pueden contactar contigo los destinatarios.
- Elige un proveedor de servicios de correo electrónico con buena reputación: es importante usar una buena herramienta, no elijas lo más barato. Algunas soluciones baratas tienen mala reputación y pueden hacer que sus usuarios sean marcados como spam por error. Los buenos proveedores de servicios de email invierten mucho esfuerzo en vigilar a sus usuarios con el objetivo de proteger a cualquier persona asociada a sus servicios. También proporcionan herramientas que te ayudan a crear correos electrónicos de calidad y evitar el lenguaje o palabras etiquetados como spam, esto te ayudará a evitar que tus mensajes sean filtrados automáticamente por los proveedores de correo electrónico (programas de escritorio o servidores de correo online).
Lo que te queda por leer:
- Invita a tus lectores a anular su suscripción
- Evita en la medida de lo posible modificar tu imagen de marca en la newsletter
- Considera los informes de spam como advertencias
- Trata a tus lectores tal y como te gustaría que te tratasen a ti
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