En algún punto del continuo debate entre el arte y la ciencia yace el tema relativo a la generación de ideas para startups. Es fácil establecer la conexión entre una idea y un proceso creativo o artístico, ya que cualquier pensamiento o idea es por sí misma una creación. Pero movimientos recientes suscitados por defensores de la Metodología Ágil y el Lean Startup, sugieren que adoptar un enfoque iterativo tanto en el desarrollo como en la validación de ideas podría aumentar considerablemente la probabilidad de que lo que ha empezado como una simple idea acabe transformándose algún día en una valiosa organización, empresa o movimiento.
Este artículo es el primero de nuestra serie sobre el «Lanzamiento de Startups», en la que exploramos todo lo que hay que hacer antes de lanzar públicamente tu nueva empresa. El primer paso para crear algo desde la nada, consiste en descubrir una idea. Por eso en el inicio de esta serie, quiero presentaros un marco para la generación de ideas de startups por las que realmente valga la pena luchar.
Por supuesto, tú decidirás en última instancia qué merece la pena llevar a cabo y lo que no. Dicho esto, es aconsejable considerar este marco como una «herramienta orientada concretamente a la validación automática» que deberías meter en tu caja de herramientas. Los siguientes artículos tratarán sobre la validación externa o del mercado, la formación de un equipo, el desarrollo de un producto o servicio, y el lanzamiento de tu startup. Pero primero, todo empieza con preguntas para descubrir ideas con potencial.
Pregunta 1. ¿Qué te apasiona?
En tu búsqueda para conseguir buenas ideas, tendrás que focalizar. Y si te pasa como a mí, tu capacidad para enfocarte y tu pasión irán de la mano. Exacto, si algo me interesa profundamente, es mucho más probable que invierta un poco más de tiempo reflexionándolo, lo cual es positivo cuando estás intentando generar ideas útiles.
La buena noticia es que probablemente no tendrás que rumiar demasiado la pregunta. Si te apasiona tu actual trabajo, tus aficiones, o cualquier faceta de tu vida, entonces tienes al menos un punto por el que empezar. Anota todo esto en una lista por orden de preferencia para ayudarte a concentrarte mientras te esfuerzas en la generación de ideas.
La mala noticia es que sin pasión, no vas a llegar muy lejos. Tus ideas, por muy buenas que sean, acabarán aparcadas en la estantería. Este es el motivo por el cual muchos inversores de riesgo citan con frecuencia la pasión de los fundadores como criterio clave para valorar el potencial de una startup. De manera que si es uno de esos días en los que no te sientes especialmente inspirado o en los que te está fallando el «departamento» de la pasión, emplea ese tiempo en cultivar tu curiosidad intelectual. Aprende. Lee. Haz cosas. Las pasiones se desarrollan; no venimos al mundo con ellas de forma innata.
Para saber más sobre la pasión, el concepto (y la positividad) de las ideas, así como la motivación que te ayude a empezar en tu búsqueda y generación de ideas, dirígete al blog de James Altucher.
Pregunta 2: ¿Dónde está la dificultad?
Habiéndote centrado en tus áreas de interés, el siguiente paso consiste en explorar aspectos o ámbitos dentro de las mismas susceptibles de mejoras o que resulten frustrantes o difíciles. Es decir, áreas que presenten problemas y, en consecuencia, ofrezcan oportunidades de mejora. Para dar este salto de forma eficaz, tendrás que ser un poco más específico de lo que fuiste al responder a la primera pregunta.
Por ejemplo, digamos que te apasiona la educación. ¿Qué falla en la educación? ¿Cómo puede mejorarse? En general, las respuestas a esta pregunta van a ser complejas, lo cual no es malo en sí. Podrías, sin embargo, descubrir que puedes abordar de una forma más útil el tema de la educación si la divides en pequeñas sub-categorías.
Aceptando que en definitiva todo está interconectado en cierta medida, normalmente se logra una mayor claridad (e ideas más fáciles de llevar a la práctica) partiendo de la identificación de puntos problemáticos en una de las subcategorías específicas (por ej. preescolar, colegiaturas en matemáticas, solicitudes a la escuela primaria,etc.).
Cuanto más frustrante y prevalente sea el problema, mayor será la necesidad de una solución. Cuanto mayor sea la necesidad de una solución, más probable será que la gente o las empresas paguen por ella, y tú tendrás más posibilidades de construir un negocio a partir de ella.
Sin embargo, es importante hacer una distinción, no todos los problemas son «dolorosos». A estos los llamo oportunidades vacías. Si caes en la trampa de perseguir una oportunidad vacía, una que no está basada en un problema realmente relevante, descubrirás rápidamente que nadie se interesará en tu solución y, en consecuencia, nadie pagará por ella.
Una buen método para evitar caer en el error de perseguir oportunidades vacías, que es una de las causas más frecuentes del fracaso de las startups, consiste en solucionar un problema que hayas experimentado tú mismo, ya sea en el trabajo o en tu vida personal. De esta forma, los riesgos asociados no dependerán de si estás resolviendo un problema real, en su lugar, dependerán de cuántas otras personas experimentan ese mismo problema.
Consulta el ensayo de Paul Graham sobre el enfoque de la resolución de problemas para generación de ideas para startups.
Pregunta 3: ¿Cómo se está aliviando actualmente este problema?
Cuando hayas identificado algunos puntos problemáticos dentro del ámbito de tu sector o pasión, el siguiente paso consiste en empezar a rebuscar e indagar sobre posibles soluciones. En otras palabras, ¿con qué empresas competirías si tuvieses una idea que resuelve el o los problemas que has identificado?
Este paso del proceso es una espada de doble filo, debes tenerlo claro. Si no hay absolutamente nadie más trabajando en una solución para el mismo problema, inevitablemente, debes preguntarte si el problema tiene calado y está lo suficientemente extendido como para ser considerado real.
Yo personalmente soy partidario de la idea de que el mercado de las startups, reflejo de la economía en general, es bastante eficiente. Esto significa que cuando un problema «real» es reconocible, ya existen algunas soluciones (algunas creadas para solucionar ese problema concreto, y otras que podrían considerarse como productos o servicios sustitutivos). Este es el motivo por el cual el éxito de algunas startups se atribuye más a la ejecución y no tanto a la originalidad de la idea en la que se sustenta.
Por otro lado, si existen muchas otras soluciones al problema que has identificado, habrás comprobado que el problema es real, pero te enfrentarás inexorablemente a una competencia que seguramente ya estará pendiente de la evolución de tu propia solución.
Yo tendría cautela a la hora de hacer una búsqueda en Google, fijarme en los 20 primeros resultados, y sacar conclusiones precipitadas sobre el panorama competitivo. En lugar de eso, consulta a tu red de contactos, suscríbete a blogs con temas relacionados, e intenta mantenerte informado día a día, y hazlo durante meses e incluso más tiempo, no segundos o minutos. Con un estudio exhaustivo y con mentalidad abierta, estarás desarrollando una experiencia que potenciará tu capacidad para la generar ideas.
Lo que te queda por leer:
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Pregunta 4: ¿Puede hacerse mejor, más rápido, o más barato?
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Pregunta 5: ¿Puedes hacerlo mejor, más rápido, o más barato?
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Sigue adelante e idea
En el próximo artículo veremos la validación de la idea para determinar la viabilidad de tu posible startup, esa con la que piensas cambiar el mundo.
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